
Me han contado un caso de un abogado de Vigo, asegurandome que es un caso real, lo cuento por que ademas de reirme a mandibula batiente refleja fielmente la idisincracia y astucia gallega por un lado y la zorreria de los abogados por otra, todo en uno.
Bueno, pues llega un cliente desesperado al despacho de este abogado de Vigo y le cuenta que su vecino, con el que se lleva a matar, le araña el coche cada dos por tres, y que ya no sabe que hacer.
El abogado le recomienda que cada vez que su vecino le arañe el coche, el a su vez le arañe aun mas el coche a su vecino, pero que no le diga que fue el.
El cliente se marcha contento por que se ahorra unos costes judiciales y ve resuelto su problema.
Siguiendo los consejos de su abogado, araña el coche de su vecino de arriba a abajo, al cabo de poco tiempo su vecino le increpa indignado cuando se lo encuentra en el portal, a lo que el muy asesorado vecino responde :
Yo no te lo arañe, debe ser el mismo hijo de puta que me araña el mio.
Evidentemente, se acabaron los arañazos entre ambos vecinos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario